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Un viaje a Nueva York, una ciudad que no duerme
Unas vacaciones en los hoteles en NY son sinónimo de pasear por el puente de Brooklyn, subir a la estatua de la libertad, acercarse hasta el estadio de los yankees o sentirse como un auténtico broker en la famosa Wall Street. Y es que esta ciudad norteamericana, que ha sido mitificada por el séptimo arte, ofrece una enorme cantidad de genuinos lugares para visitar a cualquier hora del día y de la noche.
Distritos de Nueva York
Sin duda, el distrito más popular de Nueva York es Manhattan, una isla de poco más de 20 kilómetros de largo, dividida en varias zonas: Lower Manhattan, lugar en el que se encuentra el distrito financiero y los órganos de gobierno; Midtown Manhattan, donde están la mayor parte de los rascacielos, incluido el famoso Empire State; Upper Manhattan; Harlem y Washington Heights. En cualquiera de estas zonas hay numerosos hoteles económicos donde alojarse.
Otro de los distritos más conocidos de la ciudad es Brooklyn, lugar en el que han nacido artistas como Woody Allen, Barbra Streisand o Eddie Murphy. Aquí se puede cruzar el puente de Brooklyn, pasear cerca del río East para contemplar unas vistas inmejorables de Manhattan, relajarse en el parque Prospect o visitar el Museo de Arte de Brooklyn. Es muy fácil encontrar un hotel en esta zona.
En el Bronx, barrio en el que cada día son más los viajeros que optan por alojarse en cualquiera de sus hoteles, existe la posibilidad de visitar su zoológico, el más grande de Estados Unidos, el Botanical Garden o el estadio de los Yankees. Pero también se puede optar por empaparse del arte contemporáneo expuesto en el Museo de las Artes o pasear por el Edgar Allan Poe Cottage, una preciosa cabaña en la que el escritor concibió algunas de sus obras más importantes.
Puntos de interés de Nueva York
Esta ciudad ofrece visitas imprescindibles que el viajero no deberá perderse, como por ejemplo la Quinta Avenida, la calle más famosa de toda la ciudad, en la que es posible alojarse en hoteles baratos aunque haya sido denominada “la avenida de los millonarios”. Igualmente dar un paseo por Times Square, que con sus carteles y luces ha llegado a convertirse en una de las imágenes más populares de Nueva York, es otro de los pasatiempos preferidos de los viajeros.
El World Trade Center, reconstruido tras el ataque terrorista del 11 S, es otro de los puntos de interés de la ciudad así como Wall Street, calle en la que se encuentra el edificio de la bolsa. Pero si Nueva York tiene un icono mundialmente conocido, ése es la estatua de la libertad, cuyo nombre original es “la Libertad iluminando al mundo”. Fue construida en París durante ocho años para regalarla posteriormente a Estados Unidos, donde llegó desmontada en más de 200 cajas en el año 1885.
Los amantes del arte están de enhorabuena en Nueva York ya que tienen la suerte de poder visitar el Museo de Arte Moderno o Moma, como también se le conoce, y que se ha convertido en el más importante de todo el mundo. En su interior se encuentran obras tan famosas como “Las Señoritas de Aviñón” de Picasso o “La Persistencia de la Memoria” de Dalí. Los hoteles en Nueva York por esta zona son muy demandados por su excelente ubicación.
Gastronomía en NY
La comida más característica de Nueva York es el desayuno, compuesto generalmente de cereales con leche, zumos, yogur, tostadas, huevos revueltos, panceta, tocino y café, una mezcla explosiva, sin duda alguna, que puede degustarse en cualquiera de sus cafés y restaurantes. Es muy habitual igualmente encontrarse cada pocos pasos con puestos de comida rápida como perritos calientes o hamburguesas, aunque si hay un plato típicamente neoyorquino, ése es el corned beef, consistente en un trozo de carne de ternera colocada sobre pan de centeno y aderezado con pepinillos y mostaza.
La sopa de almejas con tomate y galletas saladas o clam chowder, la ensalada Waldorfm elaborada con nueces, manzanas y lechuga o el pretzel gigante, un lazo de pan con sal que se puede adquirir en prácticamente todas las tiendas de Nueva York, son algunos de los menús preferidos por los habitantes de la ciudad. Como postre, nada mejor que un cheesecake, de procedencia judía y elaborado a base de queso.